El brigadier Antonio Buil y Raso fue Comandante
General de Castellón cuando el Pretendiente Carlos intentó la ocupación de la
capital en 1837. Antes había logrado una Cruz de 1ª clase de San Fernando en la
acción de Toga en 1836. Durante la Guerra de la Independencia había sido
sargento del Regimiento de Voluntarios de Segorbe. Había nacido en Colungo
(Huesca) en 1785 y falleció en Valencia en 1850.
Los días 7, 8 y 9 de julio de 1837 la ciudad de
Castellón fue sitiada por el Ejército carlista, por lo que todos los habitantes y los escasos efectivos militares se aprestaron a su defensa. Aunque los carlistas intimaron a la rendición el 7 de julio, ésta les fue rechazada y comenzaron los combates, pero cuando se recibieron por mar refuerzos, municiones y auxilio en víveres, aquellos debieron de retirarse ante lo precario de su situación y para evitar una derrota en terreno hostil.
En el Panorama
Español, publicado en Madrid en el año 1845, aparece el grabado adjunto,
titulado: Desembarco del Saboya en
Castellón, representando el momento en que un Batallón del Regimiento
Saboya desembarca en la playa de Castellón para acudir en socorro de la plaza
durante el asedio de 1837.
Cruz de Castellón de la Plana. Adoptada como
emblema o logotipo por el Aula Militar
“Bermúdez de Castro”, esta condecoración fue concedida a los ciudadanos castellonenses
por la defensa que hicieron ante las tropas carlistas en los días 7, 8 y 9 de
julio de 1837. Su tramitación la realizó el Congreso de los Diputados. Se
conoce algún ejemplar bordado, que puede corresponder a la categoría de medalla
colectiva y que, por tanto, se llevaría en el brazo.
Todos los habitantes de Castellón recibieron el
título de Benemérito de la Patria y el derecho a ostentar la correspondiente
condecoración, tal como vemos en este diploma conservado en el Archivo
Municipal.
En el Archivo Histórico Municipal de Castellón
se conserva una carta que escribió Ramón Cabrera en Rosell en febrero de 1837
solicitando 80 fusiles con bayoneta a cambio de liberar a las personas de
Castellón que tenía retenidas.
El Regimiento de Cazadores de Oporto combatió en nuestra
provincia durante la Primera Guerra Carlista y cuatro de sus miembros fueron distinguidos
con la Orden de San Fernando, que es la que aparece en la imagen:
GAERTNER TOELLNER, CARLOS AUGUSTO, Capitán del Regimiento
de Cazadores de Oporto. Cruz de 1ª Clase, sencilla (acción de Torreblanca, 25
de enero de 1837)
GIORDANI, Sargento 2º del Regimiento de Cazadores de Oporto.
Cruz de 1ª Clase, sencilla (defensa del fuerte de Benicarló, 23 de enero de
1838)
HOLLINGER, LUIS FELIPE, Capitán del Batallón de Cazadores
de Oporto. Cruz de 1ª Clase, sencilla (acciones de Alcora y Figueroles, 1838)
SUEN (o SOEN) PETERSEN, EDUARDO, Capitán del Regimiento de
Cazadores de Oporto. Cruz de 1ª Clase, sencilla (sitio de Morella, 30 de julio
a 19 de agosto de 1838)
Para conocer con detalle la presencia en nuestra provincia
de esta unidad puede consultarse:
Clemente GONZÁLEZ GARCÍA: “Borso di Carminati y los
Cazadores de Oporto en Castellón (1836-1840)”, Revista Universitaria de
Historia Militar, Vol. 11, Nº 22 (2022), pp. 178-206.
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