sábado

1839


Cabrera ocupaba Tales al frente de cuatro Batallones pero, al no poder defenderlo a pesar de estar fuertemente fortificado, hizo una arriesgada salida y atacó a las fuerzas del General O`Donnell; su esfuerzo resultó inútil y hubo de retirarse.

Comenzó el 1 de agosto de 1839 y finalizó el 14 del mismo mes, interviniendo 18.000 hombres. A raíz de esos combates, el castillo y la población de Tales quedaron arrasados. Como recuerdo de la batalla aparece una figura alusiva en el escudo de Tales: consiste en un hombre armado con una piqueta que descarga golpes sobre los muros de su arruinado castillo en señal de destrucción.


Cruz de Tales. Esta condecoración fue instituida para premiar a las tropas del general  O´Donnell por su destacada actuación en la plaza de Tales. En su leyenda figura la fecha del 14 de agosto de 1839 y tiene el reverso totalmente liso.


Este sable que lleva en la hoja la leyenda: RL FABA DE BENASAL. AÑO 1839, es la primera noticia que tenemos de la existencia de tal fábrica, que sospechamos fuera, más bien, un taller móvil de los que acompañaron a las tropas carlistas durante sus desplazamientos por la provincia. El sable parece corresponder al Modelo de 1825 para Tropa de Caballería Ligera de los fabricados en Toledo, pero su guarnición es de menor tamaño y su hoja no presenta la calidad de las toledanas.
Conocíamos la existencia una fundición de artillería en Cantavieja, organizada por Cabrera tras la ocupación de la plaza en 1836. El maestro Gregorio Echabasti fabricó en ella unos morteros para lanzar granadas de mano que fueron utilizados con éxito por los carlistas.

José Aicardo, Alférez de Fragata Graduado; fue Ayudante de Marina de Vinaroz del 1-4-1839 al 4-11-1839.


José Jiménez Camacho, Alférez de Navío; fue Ayudante de Marina de Vinaroz del 4-11-1839 al 19-1-1840, del 1-3-1840 al 18-9-1840, del 20-9-1840 al 7-11-1840 y siendo Teniente de Navío, en comisión, en algún momento de 1841.



Durante el inicio de la Guerra de la Independencia un grupo de castellonenses, el 19 de junio de 1808, asesinaron, acusándoles de afrancesados, al gobernador Pedro Lobo y a su amigo el labrador Félix Giménez, cosiendo al primero a puñaladas y siendo destituida la Junta Local. Los autores del tumulto soltaron a todos los presos de la cárcel, saquearon el palacio episcopal, abrieron toda la correspondencia en la estafeta de correos y nombraron como gobernador al jornalero Andrés Alcón, uno de los amotinados, quien emitió bandos prohibiendo salir a nadie de la ciudad y ordenando que las tabernas estuviesen abiertas a todas horas.
Inmediatamente fueron organizadas patrullas urbanas, a cargo de doscientas personas honradas, que restablecieron el orden y repusieron a la Junta. Según el expediente que conserva el Archivo Histórico Nacional parece que fue el marqués de Usátegui el que asumió el mando de la ciudad, adoptando la denominación de Comandante Militar interino, logrando salvar la vida del Comisario de Guerra de Marina, José Ramón Santi.
La Junta Suprema de Valencia envió a Castellón cien miñones que apresaron a más de 30 de los amotinados que habían asesinaron al gobernador.
Por mandato del Capitán General de Valencia se mantuvo una mano mutilada, suspendida en los arcos de la casa consistorial de Castellón, recordando el asesinato del gobernador.
El Pleno del Ayuntamiento del 18 de septiembre de 1839 acordó enterrar dicha mano, ¡31 años después!, atendiendo la petición del Jefe político de la provincia.



Información sobre la fortificación del castillo de Almenara en 1839 y la preparación de su defensa ante los ataques carlistas. Gregorio del Castillo organizó la Milicia Nacional en Sagunto, Segorbe y Nules, entre otros lugares. La litografía de 1874 nos muestra el castillo de Almenara.






El firmante de estas instrucciones para las partidas volantes creadas durante la Primera Guerra Carlista fue el brigadier, segundo cabo de la Capitanía de Valencia, Facundo Infante Chávez (Villanueva del Fresno, Badajoz, 19 de febrero de 1786 - Madrid, 27 de diciembre de 1873), un político liberal y general español, diputado, senador por Castellón y presidente del Congreso de los Diputados, consejero de Estado, ministro interino de Guerra, ministro de Gobernación y 2º inspector general de la Guardia Civil. Durante su exilio político entabló una estrecha amistad con Simón Bolívar y más aún con el general Antonio José de Sucre, quien le nombró ministro de Interior en Bolivia, cargo en el que creó la Policía Boliviana el 24 de junio de 1826.


Facundo Infante

Por Real Orden de 20 de marzo de 1839 Isabel II aprobó la organización del “Batallón de Cansados” del Ejército del Centro que había formado el General en Jefe el 28 de diciembre de 1838 y se le dio el mando al Comandante, Teniente Coronel Mayor de Batallón, Joaquín Corzan.

El 23 de mayo siguiente el jefe del Ejército del Centro daba cuenta, desde su Cuartel General en Daroca, de que el Batallón de Cansados se encontraba acuartelado entre Murviedro y Cariñena.

Y el 27 del mismo mes dispuso que Corzan simultaneara el mando del Batallón con el cargo de Comandante de Armas del punto fortificado de Cariñena.

El 23 de octubre del mismo año, desde su Cuartel General de Segorbe, el general Azpiroz Jalón, reorganizó el Batallón de Cansados, creando, además, una Compañía de Convalecencia con sede en Almenara.

Y el día 25 se daba cuenta a la Gaceta de Madrid de que la guarnición de Almenara se había reforzado con todos los soldados convalecientes “de heridas recibidas en campaña, un pelotón de quintos y los jefes de las oficinas del detall de algunos cuerpos con sus escribientes”.

En la Gaceta de Madrid del 1 de febrero de 1841 se concede destino en el Cuerpo de Carabineros a algunos de los componentes del Batallón de Cansados, por los servicios prestados en su etapa de actividad.







En el Archivo Municipal de Castellón se conservan las relaciones de justificantes (fechadas en febrero de 1839) de los suministros de raciones de etapa facilitadas por la ciudad de Castellón de la Plana durante los meses de junio de 1836 y febrero, agosto, septiembre y octubre de 1837 a las unidades que transitaron por la capital:

Regimientos de Infantería: Rey nº 1, Princesa nº 2, Saboya nº 6, Soria nº 9, Córdoba nº 10, Mallorca nº 13, Borbón nº 17, Almansa nº 18, Ceuta nº 19, Provincial de León, Provincial de Santiago y Provincial de Lorca

Regimientos de Caballería: Rey nº 1 y 7º Ligero

Otras unidades: Artillería de Sitio, Artillería de Marina, Sanidad Militar, Hacienda Militar, Depósito de Transeúntes y Depósito de Prisioneros.

Las raciones estaban compuestas de arroz, tocino, bacalao, judías y aceite.



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