José
Pérez Bustillo, Capitán de Fragata, fue la Autoridad Marítima de Vinaroz del
11-6-1841 al 11-2-1842.
Clemente González escribió: “Cuando se disolvió el Regimiento de Cazadores de Oporto, el 25 de julio de 1841 tres oficiales protagonizaron el último acto solemne, entregando al Ayuntamiento de Valencia la bandera. Dicha bandera se conserva en el Museo Militar de Valencia y aparece publicada a color en la Gaceta del Aula Militar Bermúdez de Castro nº 51, 2006. Sin embargo, sobre ella hay dudas más que razonables. Sabemos que las banderas del regimiento eran portuguesas, tal como relata un testigo de su entrada en Tortosa, El Vapor 25 de julio de 1836, p.2. Y, además, en el Museo Militar de Lisboa se conserva una similar a la de Valencia, pero con el escudo portugués. Véase Ribeiro ARTHUR: “Tropheus de guerra. Bandeiras existen-tes no Museo de Artilheria”. Arte Portuguesa. Revista illustrada de archeologia e arte moderna, nº 3, 1895, pp. 68-69. Lisboa.”
Esa bandera fue regalada a la unidad por el general Espartero en 1836 e, ironías de la vida, fue también Espartero quien ordenó el fusilamiento del jefe del Regimiento, Caetano Borso di Carminati, en 1841 por haber tomado parte en un pronunciamiento en Zaragoza.
Las ilustraciones nos presentan las banderas atribuidas al Regimiento. Quizás la única auténtica sea la representada por medio de un dibujo.
Cuando los carlistas se rebelaron en nuestra provincia en 1833, tanto las autoridades provinciales como las municipales promovieron la creación de diversos cuerpos francos. En el Boletín Oficial de la Provincia de Castellón del 3 de abril de 1835 se reguló la organización de estas unidades y en el Archivo Municipal de Castellón se conservan las relaciones de suministros efectuados para atender a todo tipo de unidades creadas al amparo de esta disposición. Hoy traemos una de julio de 1841 de aceite y leña que pidieron los miembros de las Partidas Volantes de Nules y Peñíscola, pues, aunque el Pretendiente y sus tropas había cruzado la frontera de Francia en septiembre de 1839, quedaron partidas carlistas que pretendieron seguir con la lucha.
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