El 13 de marzo de 1944 fue donado por el
Ayuntamiento al Ramo de Guerra, con este nombre era conocida la institución
propietaria de todos los cuarteles de España, un solar de 116.516 m2 ,
para que pudiera construirse un nuevo acuartelamiento. Y las obras comenzaron
en julio de ese mismo año bajo la dirección del capitán de Ingenieros Luis
Calduch.
Colocación
de la primera piedra del cuartel de Tetuán.
El 27 de julio de ese mismo año, otros dos
solares del Ayuntamiento pasaron al Ministerio del Ejército. Uno de 1.223 m2
para que en él se construyera una Residencia de Oficiales y otro de 947 m2
para Residencia de Suboficiales. El 8 de agosto de 1947 finalizaron las obras
de construcción de ambas residencias, ejecutadas por el Ejército.
El General de Brigada Juan Asensio Fernández
Cienfuegos fue nombrado Gobernador Militar de la Plaza y Provincia de Castellón
el 10 de noviembre de 1944 y cesó el 5 de junio de 1950. Se ausentó en diversos
períodos de tiempo para mandar unidades en el Pirineo en lucha contra los
maquis. En la imagen se le puede ver en una procesión en Segorbe en 1947.
Granell con los uniformes republicano y
francés
Nacido
en Burriana, en 1921 se alistó en la Legión española, pero fue licenciado en
julio del año siguiente. En septiembre de 1936 se alistó en el Ejército Republicano,
pasando destinado al Batallón de Hierro, que en abril de 1937 se convirtió en
el Regimiento Motorizado de Ametralladoras, ya bajo el mando de Granell. En
diciembre de 1938 era el jefe de la 49 Brigada Mixta, pero en marzo de 1939
tuvo que exilarse, embarcando en Alicante en el mercante Stanbrook.
En
1942 acompañó en Orán a los americanos en su entrada en la ciudad y al año
siguiente estaba integrado en la División Leclerc, con la que pisó suelo
francés poco después del desembarco de Normandía. Se encontraba encuadrado
dentro de la 9ª Compañía del Regimiento de Marcha del Chad. Iniciado el avance
hacia París, el general Patton, jefe del III Ejército norteamericano, ordenó
que la División Leclerc fuera en vanguardia y, en cabeza, el Regimiento del
Chad. Al frente se pusieron dos Secciones de “La Nueve”, una de ellas, la de Granell.
Se dispuso que “La Nueve” realizara un reconocimiento de la capital, para lo que se proporcionó a Granell 120 hombres y 22 vehículos, quien hizo su entrada en el Ayuntamiento de París el 24 de agosto de 1944, logrando la rendición de las tropas alemanas que guarnecían la capital francesa.
Se dispuso que “La Nueve” realizara un reconocimiento de la capital, para lo que se proporcionó a Granell 120 hombres y 22 vehículos, quien hizo su entrada en el Ayuntamiento de París el 24 de agosto de 1944, logrando la rendición de las tropas alemanas que guarnecían la capital francesa.
Granell en la portada del diario Libération
Algunas de las condecoraciones de Granell
En la década de 1970, en el diario Pueblo, el periodista Vicente Talón publicó una amplia entrevista a Amado Granell, que el director del diario tituló tal como se ve en la imagen, para disgusto de su autor. En agosto de 2024, el propio Vicente Talón ha escrito algo que puede no gustar a mucha gente: "El castellonense nunca dijo que él y sus hombres hubiesen liberado París. Fue muy concreto: París estaba ya en gran parte liberado pero aún permanecían en el limbo algunos centros vitales como la Alcaldía. El general Eisenhower, comandante en jefe de las fuerzas aliadas, le había prohibido terminantemente al general Leclerc, al frente de la división acorazada de la "Francia Libre", que llevase a cabo cualquier iniciativa por su cuenta pero presionado por su superior inmediato, el general De Gaulle, Leclerc hizo que un puñado de los suyos llegasen hasta la Alcaldía. Incorporó a ese golpe de efecto a numerosos españoles para que, si estallaba un escándalo, hacer recaer en ellos -"ya saben ustedes, son unos anarquistas, no hay quien les controle"- toda la responsabilidad. Granell me contó que si hubiese aceptado nacionalizarse francés, tal como le propuso Leclerc, su papel en aquella jornada del 24 de agosto de 1944 se habría valorizado mucho pero que declinó la oferta con estas palabras: "España es mi madre; Francia mi novia". El episodio le disgustó tanto que, al llegar al Rhin, frontera de Francia con Alemania, se lavó las manos en el río y solicitó su baja en el ejército. Para él la guerra se había acabado entre otras cosas, además, porque creía en un lema surgido, entre los españoles, aquellos días: "Hoy París, mañana Berlín, luego Madrid" y deseaba prepararse para esta última batalla que, afortunadamente, nunca tuvo lugar".
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