martes

1921


El Reglamento Militar del Cuerpo de Carabineros, aprobado en julio de 1921, detallaba que, en aquellos años, el Estado era propietario de veintidós casetas en nuestra provincia, todas habitadas por fuerza de ese Cuerpo, de las que diez no estaban en debidas condiciones. También tenía alquilados tres cuarteles, en la capital, en el Grao de Castellón y en San Mateo. La Comandancia de Castellón contaba con tres falúas, movidas a remo y a vela, aunque en otras provincias ya habían comenzado a disponer de embarcaciones a motor. La imagen nos muestra a los Carabineros de la Torre del Rey de Oropesa con sus familias.


Banda de Cornetas y Tambores del Regimiento de Infantería Tetuán nº 45.

Castellonenses que ingresaron en la Academia de Infantería de Toledo en 1921:

Antonio Alloza Bermell, de Castellón de la Plana; fallecido en combate en Marruecos

Gabriel Vidal Monserrat, de Castellón de la Plana; Teniente de la Guardia Civil en Menorca en 1934

José Pallarés Ortells, de Castellón de la Plana; fallecido en Marruecos en 1924 siendo Teniente

Luis Ordaz Salomón, de Segorbe; falleció en 1927 en un accidente de avión haciendo el curso de Observador

Manuel Segarra Salvador, de Cervera del Maestre; Medalla Militar, Capitán durante la guerra civil

Manuel Melián Calvo, de Villahermosa; asesinado en Paterna el 2 de octubre de 1936


Vicente Torla Guía, de Villafamés; capitán declarado desaparecido en 1941


La ley de Reclutamiento y Reemplazo del Ejército, cuyo articulado fue aprobado por Real Decreto de 19 de enero de 1912, supuso una reforma del servicio militar en España y la implantación de la obligatoriedad de este. Puso fin al sistema de las quintas, que incluían la redención en metálico y la sustitución, los dos métodos utilizados por las clases acomodadas para evitar que sus hijos fueran reclutados. Sin embargo, la ley estableció la figura del soldado de cuota que permitió que tras el pago de una determinada cantidad de dinero el tiempo de servicio militar efectivo se redujera considerablemente (de cinco a diez meses según la cantidad aportada). Se suponía que, a cambio, se realizaban prácticas en academias particulares.

Los dos escritos que se muestran documentan este sistema que utilizó el mozo Ildefonso Franch, de Onda.



Diferentes medios de comunicación se hicieron eco en septiembre de 1921 de la suerte que permitió a varios soldados españoles prisioneros en Marruecos librarse del fusilamiento por la invocación que hizo uno de ellos, natural de Castellón, a la Virgen de Lidón. Lamentablemente no se publicó la identificación de ninguno de los protagonistas.
Son pocos los testimonios publicados por los prisioneros supervivientes y la foto nos muestra uno de los que logró mayor difusión.




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